¿Abejas trashumantes?

Las abejas hacen su particular trashumancia por los mismos motivos que los grandes rebaños. En este contexto, trashumar no es otra cosa que llevar las colmenas allí donde haya néctar y polen, buscando así no solo alimento para las abejas, sino también un clima apropiado, unas temperaturas más suaves, tanto en invierno como en verano.

La apicultura no nació trashumante, sino que se hizo trashumante

La necesidad es con frecuencia responsable de muchos de nuestros avances y este caso no es una excepción. Así pues, ocurrió que la explotación de las abejas se hizo intensiva y los apicultores echaron en falta una continuidad accesible de buen pasto apícola. El bienestar de las abejas, y por tanto su producción, está directamente relacionado con el clima y la flora. El apicultor no tiene control sobre estas variables, pero sí que puede trasladar sus colmenas allí donde dichas variables se combinen de forma óptima. Su saber le permite adelantarse a las necesidades de las abejas. El apicultor observa, estudia, aprende sobre los distintos tipos de vegetación, los ciclos del clima, las diferentes altitudes. Las floraciones más tempranas de romeros, ulagas, acacias, van dando paso a otras variedades de tomillos, jaras, gayubas, retamas, y terminado ese ciclo natural, las orquídeas abejeras, amapolas, brezos, las encinas y robles… Observar, estudiar y aprender son los pasos previos para planificar y pasar a la acción: trashumar.

En busca de alimento abundante

La trashumancia consiste en llevar las colmenas allí donde haya néctar y polen, para mantener un suministro permanente de alimento natural para las abejas.

En busca de alimentación temprana

Las colmenas se desplazan para garantizar su alimentación temprana, despues de pasar el duro invierno, y así comenzar una nueva  temporada de puesta y de regeneración de la comunidad.

En busca de temperaturas suaves

Es un viaje desde los valles a 200m de altitud, a las montañas, donde se alcanzan los 1.400m, en  busca de temperaturas templadas, que faciliten la generación de nuevos miembros en la colmena.

Siempre en casa

La trashumancia de las abejas se realiza dentro de sus propias colmenas de madera, que se recogen cuando todas las abejas están dentro de las mismas. El transporte se lleva a cabo con los medios de los que cada apicultor dispone y se desarrolla en función de la cantidad de colmenas y de los lugares de ubicación de los apiarios.

Un viaje de altura

En la mayoría de los casos, la trashumancia supone pasar de 200 metros de altitud en los valles a los 1.400 metros de las montañas. La producción ecológica ha hecho que se tengan que buscar lugares a veces abruptos y de difícil acceso para cumplir con el requisito de alejarse más de 3 km. de las poblaciones y cultivos de regadío, con vistas a producir una miel libre de contaminación, virgen y pura.