Selección por su variedad floral
111.44 MIEL DEL MONCAYO
En ese lugar
Cuentan que en los tiempos del Imperio Romano, uno de los más importantes y poderosos de la Antigüedad, llegó un momento en el que César comenzó a acusar el peso de sus hazañas. Su cuerpo y su mente dejaron de responder. Buscó la cura por todas partes y finalmente la encontró en el Moncayo, pero la leyenda ocultó su remedio, que permaneció en secreto. O al menos así ha sido hasta hoy.
La cura para el cuerpo y la mente fluye por las montañas del Sistema Ibérico y nace de la unión de su flora y su fauna. Es un elixir dorado que nos trae tranquilidad, esa tranquilidad que todos creen imposible de comprar. Las batallas de hoy son otras, pero en este imperio, el del mundo moderno, también nosotros acusamos el desgaste de la lucha contra nuevos enemigos: las prisas y el estrés, la crispación y la contaminación, el sedentarismo y la rutina, lo artificial y lo procesado…
Nuestro cuerpo pide a gritos escapar, nuestra mente busca en silencio cómo frenar. Pero hay cosas que no cambian, porque hoy de nuevo el Moncayo nos puede ayudar. Las batallas de la modernidad se ganan volviendo a lo natural, al lugar en el que las cargas se aligeran y se empieza a descansar.
111.44 es ese lugar. Números que juegan y evocan las más de once mil hectáreas de las que emana la calma a gotas y a cucharadas de bienestar. Si el Moncayo te lo da, que nada te lo quite.